EL LIBRO DE LOS GUARDIANES Y VIGILANTES DE MUNDOS
EL PROYECTO SUMERIO
–Sí, somos vuestros hermanos guías en misión.
–¿Nos pueden hablar de los instructores planetarios?
–Ha habido muchos instructores en muy diversos momentos del planeta y
de la humanidad, pero fueron ciento cuarenta y cuatro aquellos primeros que
fueron enviados a contrarrestar la influencia nefasta del gobierno interno
negativo que se constituyó a partir de los deportados a la Tierra.
–¿Si ustedes ya sabían de antemano que los disidentes extraterrestres iban
a armar semejante jaleo, por qué permitieron que actuaran, y por qué los
dejaron aquí?
–Recordarán ustedes que el plan original era crear las condiciones de
dificultad que permitieran lograr niveles de evolución nuevos y muy elevados
mediante la lucha de opuestos. Pues esa es una de las razones, y además
porque esta disidencia surgió a raíz de la evolución del proyecto en la Tierra,
por lo que debe de ser superado y trasmutado aquí mismo. Como la
expectativa es grande sobre la Tierra, no se le ahorrarán pruebas y habrá
entonces, de soportarlas la humanidad para su crecimiento y sabiduría, así
como por los requerimientos mismos del proyecto.
Bien, siguiendo el relato les diremos que después de la gran crisis
generada con los atlantes, se dispuso enviar un contingente de ciento cuarenta
y cuatro instructores planetarios para que a partir de gente terrestre (llamados
zag-gi-ga o cabezas negras) de la zona del Cáucaso y los Montes Zagros, se
pudiera acelerar y constituir un proceso alternativo de estimulación de la
potencialidad humana, procurando –sin crear dependencias– el que la humanidad tomase conciencia de su rol y lo realizara, evolucionando
definitivamente de la forma más original posible, superando así el ataque de
las fuerzas negativas. El proyecto consistiría en establecer un grupo de
ciudades estado altamente civilizadas, como proyectos gigantescos
comunitarios que permitieran un desarrollo sostenido a nivel físico, mental y
espiritual.
Los ciento cuarenta y cuatro instructores serían colaboradores en el
despertar de las conciencias, procurando por todos los medios no crear ningún
tipo de sujeción, para lo cual no permanecerían mucho tiempo aquí. En una
siguiente etapa habrían evaluaciones progresivas, con visitas esporádicas,
hasta dejarlos solos pero encaminados.
–¿Por qué ciento cuarenta y cuatro?
–El número como ya ustedes saben no es algo arbitrario, sino que encierra
también una clave activadora de la mente superior. Primero es la unidad que
habrán de alcanzar los seres humanos en la Tierra, luego la preparación que
deberán mantener y finalmente la orientación que no deberán perder, así
como la percepción de la ayuda solidaria de lo alto. También el doce por doce
simboliza el trabajo de integración de la comunidad; además, el doce es el
número del apostolado, significa esto que cuando la potencialidad se empieza
a desarrollar en el discípulo, esta se pone a prueba, de allí la acechanza y
porque bien saben que a toda fuerza se le opone otra de igual magnitud que va
midiendo la importancia de cuanto van haciendo.
Aquí lo que se estaba señalando era que el ser humano debe aprender que
todas las capacidades que posee, no le son concedidas para su beneficio sino
para la realización del servicio a los demás. También se habrán fijado que
todo el número suma nueve, lo que se relaciona con el nacimiento hacia algo
nuevo, pero a la vez un largo camino solitario, el del peregrino y acepta que
no teme llevar la luz consigo aún cuando solo sea la fe y la intuición la que le
permita avanzar en medio de la oscuridad.
El plan dispuso la actuación de los instructores en la zona de
Mesopotamia, en una época que ustedes conocen como la del desarrollo de la
civilización sumeria.
–¿Y qué pasó allí?
–Al principio todo funcionó tal cual estaba dispuesto sobre el grupo
humano seleccionado, actuando ciertas personas llamadas «ensis» o «patesis»
como intermediarios con los instructores, que vuestras historias y leyendas
confunden con «dioses». Pero más adelante, cuando los instructores hubieron
de marcharse, dejaron tras de sí una cultura altamente desarrollada en comparación con los demás pueblos existentes, pero su mayor evolución fue
puesta a prueba por las fuerzas satánicas del planeta y por aquellos
simpatizantes de la disidencia que se apersonaron al planeta burlando el
control de los vigilantes.
–¿Pero cómo puede ser posible que pudiesen pasar libremente? ¿Existía
en aquel entonces la «Cuarentena Planetaria»?
–Nunca han pasado libremente. Siempre ha habido control, aunque en
aquella época era más flexible o menos rígido, y vuestra historia recuerda los
continuos conflictos en el cielo que fueron muchas veces muy violentos.
La «Cuarentena Planetaria» definitiva se dispuso a mediados de los 40, en
el presente siglo terrestre, pero aún así siguen dándose tensiones. De allí, los
casos de naves derribadas de las que ya hablamos anteriormente.
–¿Qué pasó cuando se marcharon los instructores y vinieron los
saboteadores?
–En algunos casos se pudo comprobar que a pesar de haberlo evitado, los
instructores habían creado dependencias, pues los pueblos seguían
aguardando con gratitud y expectativa su retorno. Se habían establecido lazos
emocionales y afectivos que fueron difíciles de romper. Esto fue aprovechado
por los satánicos –que fueron recibidos con confianza– para indisponer a las
ciudades, una contra otra convirtiendo pueblos civilizados y altamente
tecnificados en maquinarias de guerra. Además se encargaron de tergiversar
la historia y hacerles creer a las grandes comunidades humanas allí reunidas,
que habían sido «utilizadas» para el trabajo pesado, a conveniencia de los
«malos dioses antiguos» como hicieron llamar a los primeros instructores, y
señalando como ejemplo la construcción de un sistema de canales que
irrigaron todo el desierto. Cuando en la realidad la intención con que se los
guió fue para que la gente misma convirtiera en un vergel toda aquella zona, y
en beneficio de ella misma, porque allí habría de morar y desarrollarse,
pudiendo extender todo el programa al planeta entero, una vez que el proyecto
funcionara. Al contar ellos su propia versión de las cosas, manipularon de tal
manera el ambiente que generaron resentimientos, confusión y caos.
Hubo pues una primera época en que todo estuvo en paz y armonía,
manteniendo el contacto con el espíritu y el cosmos, pero este contacto se
perdió por la desconfianza que fue sembrada, consecuencia de la intriga
malintencionada, debido a que algunos individuos y pueblos se les facilitó
elementos (armas u objetos diversos) para defenderse y someter a otros,
estableciéndose así una desigual competencia.
Los satánicos se hicieron adorar como dioses, y procuraron reivindicar la
imagen de su príncipe y principal inspirador de la disidencia como era
«Satanael». Y desde ese entonces se registraron nuevos intentos de
hibridación a través de abducciones para crear cuerpos alternativos en donde
pudiesen encarnar aquellos atrapados en planos mentales, y así apoderarse del
planeta.
La historia se volvió a complicar, sucediéndose las luchas e
intervenciones para bien o para mal de unos y otros, tratando de corregir los
desaciertos, o para enredar lo más posible e interferir para que se cancelara el
proyecto definitivamente.
Con el tiempo, Sumeria dividida y enfrentada, fue víctima de otros
pueblos más violentos y primitivos como fueron los Acadios, que estaban al
margen del proyecto. Así, el trabajar sobre un colectivo amplio de individuos
había fracasado perdiéndose la identificación con el planeta e identificándose
más bien con los de afuera, por lo que se debía hacer una revisión profunda de
las intervenciones futuras, así como del control sobre civilizaciones ajenas al
proyecto Tierra.
EL PROYECTO EGIPCIO
–¿Y qué otras intervenciones se dieron a continuación?
–Al fracasar el proyecto sumerio se decidió variar la forma de
intervención. En una nueva etapa se escogerían grupos más reducidos y en
vez de trabajar los instructores a través de un intermediario o mediador como
fueron los patesis sumerios, se trabajaría con toda la élite seleccionada y
procurando centrarse en la unidad de un solo pueblo integrado. Y así surgió el
proyecto egipcio, siendo los escogidos los que ustedes conocen como los
sacerdotes.
–¿Por qué no evitaron todos los intermediarios y se dirigieron los
instructores directamente al pueblo?
–Porque consideramos que la gente no estaba preparada para un encuentro
directo, lo cual hubiese sido contraproducente para el desarrollo autogenerado
que se esperaba de ustedes.
–¿Acaso no ha sido más contraproducente la utilización de intermediarios,
que con el tiempo se consideraron dueños de la verdad, aprovechándose de
lo recibido y hasta negociando con ella?
–Es cierto que las cosas han fallado, pero también es cierto que quien
recibe algo para compartirlo y para ayuda de todos, se hace de inmediato
blanco de la asechanza de las fuerzas negativas, creciendo a cada instante las
posibilidades de tropiezo.
–Ahora vamos comprendiendo que no debemos ser tan duros en los
juicios contra los demás, porque en el avance en el camino espiritual el riesgo
de caer es cada vez mayor.
–¡Ciertamente!… Egipto había sido una colonia de la Confederación así
como refugio de algunos sobrevivientes de la civilización atlante, como el
famoso Thot o Hermes Trismegisto, que con la ayuda de la gente construyó
algunas de las conocidas pirámides, pero como grandes estabilizadores para
contrarrestar el desequilibrio planetario que significó la desaparición de la
Atlántida y la seria inclinación del eje terrestre. Y Thot les dejó parte del
conocimiento en cristales y metal el cual fue guardado en un arca y es lo que
hoy conocen como «Las Tablas Esmeraldas de Thot el Atlante». Todo ese
material, llegado su momento abandonó los santuarios más secretos de los
templos para ser resguardado por la Hermandad Blanca en cavernas del Alto
Egipto.
Siendo pues heredera de los atlantes y de la ciencia extraterrestre, la
cultura egipcia estaba en manos de sus sacerdotes, quienes eran los
depositarios del conocimiento que debían trasmitir gradualmente al pueblo.
Pero con el tiempo, el alejamiento de los instructores y la muerte de los
últimos atlantes, así como el crecido ego de los sacerdotes influenciados
psíquicamente por los satánicos, ocasionó que el conocimiento en vez de ser
compartido, comenzara a girar peligrosamente como en un círculo vicioso
solo entre los iniciados, estableciéndose con ello distancias insalvables con el
pueblo. Y lo más lamentable fue que se produjo la progresiva pérdida del
conocimiento, así como su distorsión y contaminación, por cuanto los
sacerdotes cuando debían de iniciar a otros no les entregaban todo lo que
sabían y todos los elementos para alcanzarlo por sí mismos, sino que los
ocultaban, y por excesivo celo solo transmitían una parte ínfima de lo
heredado. Las partes transmitidas, cada día más pequeñas, confusas y
distorsionadas llevaron a que con el tiempo se cayera en el culto a las formas,
se perdiera el conocimiento profundo de las cosas y finalmente se llegara al
animismo y la magia negra. Los templos se convirtieron así en puertas
dimensionales abiertas a los bajos astrales, deseosos de alimentarse
parásitamente de la energía de la gente para tributarla en parte a los «ángeles
caídos» o satánicos atrapados en una cuarta dimensión en la Tierra, para
incrementar así su fuerza psíquica y capacidad manipuladora.
MODIFICACIONES A LOS PROYECTOS
–¿Pero a través de los vigilantes no podían haber previsto las distorsiones
y corregirlas sobre la marcha?
–Lo cierto es que aunque existían guardianes y vigilantes, los problemas
que surgieron en el pasado relativos a mestizaje y otras transgresiones, habían
llevado a que se los mantuviese relativamente alejados para que no se
repitiesen aquellos errores y cuando se quiso reaccionar era tarde. Pero sí se
experimentaron variaciones a manera de un rescate de lo anteriormente
perdido como fue el caso del proceso de Akenatón, pero no duró lo suficiente,
interrumpiéndose al poco tiempo; y en otros lugres también se hicieron
modificaciones a los proyectos, tal es el caso de la civilización Olmeca y de la
cultura Maya.
–¿Allí también intervinieron?
–¡Ciertamente!… Y como en el caso de los egipcios, los mayas también
concentraron el poder y el conocimiento en manos de los sacerdotes,
olvidándose al poco tiempo su misión y rompiéndose por tanto el puente de
conexión con su pueblo, distorsionándose su misión. Fue tal su temor a que la
enseñanza se corrompiera y contaminara que finalmente su actitud contribuyó
a la pérdida, el extravío y el olvido.
PROYECTO ISRAEL
Al fallar el proyecto egipcio se decidió hacer modificaciones, para lo cual
se escogió trabajar ya no sobre un colectivo grande ni sobre uno pequeño,
sino más bien programar a un colectivo a través de la genética de un
individuo. Tal fue el caso de Abraham y su descendencia que hoy es tanto
árabe como israelí.
Abraham era un persona especial por cuanto era un psíquico muy sensible
y alguien de una gran inteligencia, que fácilmente podía entrar en contacto
mental con los guardianes y vigilantes, así como captar con profundidad y
asumir gran parte del conocimiento que se le transmitió. Con decirles de que
supo captar la idea de un origen único y trascendente, más allá de las fuerzas
de la naturaleza y de esencia espiritual, al que hoy llamamos todos: «Dios»; y
esto en una época de un gran primitivismo y estrechez mental.
Lo que se quiso hacer con el patriarca Abraham fue perpetuar las
facultades y aptitudes de este gran ser, para que con el tiempo surgiera a
través de él, un grupo humano que pudiese actuar con sabiduría e intuición,
como los guías espirituales del resto. Y la selección del lugar también tuvo
sentido, por cuanto Canaán o lo que actualmente es el territorio de Israel iba a
ser un puente natural para el fluir de los pueblos de aquella zona, así que era
el mejor sitio para ubicar a un grupo de gente que pudiese influenciar
positivamente sobre los demás, con sabiduría y una orientación moral y ética,
aun cuando su ejemplo posterior de ninguna manera fue el ideal. Y es que la
historia que mencionan vuestros libros sagrados es la síntesis de la humanidad, con sus defectos y virtudes, con sus errores y aciertos, con todo lo
bueno y lo malo.
–¿Cuál fue el propósito de las continuas intervenciones a lo largo de la
historia bíblica, especialmente en los nacimientos de hijos de padres estériles,
como en el caso de Isaac, Jacob, José, Sansón, Samuel, Juan el Bautista,
María y Jesús?
–Las intervenciones muestran el seguimiento y la continuidad del
proyecto, procurando que no se desviara o se interrumpiera en el camino más
de la cuenta. Era la mejor manera de supervisar que la programación genética
se mantenía, asegurándose que al final, podrían darse las condiciones como
para que se manifestara y materializara a través de estos pueblos, la
«Conciencia Crística» mediante un ser iluminado y altamente evolucionado
terrestre que estuviese dispuesto a brindar o compartir sus siete cuerpos como
para que encarnara o se incorporara en su momento a través de él, un ser de la
categoría de los Hijos de Dios, procedente del universo mental. Esta
transmigración duraría poco tiempo, pero el suficiente como para que esta
coexistencia apoyase al enviado en su labor para luego dejarlo culminar por él
mismo con éxito, su misión en representación de todos, inspirando y
mostrando el camino a la humanidad.
–Todo eso está como muy complicado, quizá podrían aclararlo mejor.
–En una próxima salida, tendrán un acercamiento por parte de entidades
muy elevadas que les ilustrarán al respecto, y les aclararán los diversos
conceptos, preparándolos para que en un futuro cercano puedan recibir la gran
revelación, la cual por la gran cantidad de preconceptos que vuestra
formación cultural y religiosa ha depositado en ustedes, les costará ahora
demasiado absorber o aceptar.
LA HERMANDAD BLANCA EN LA TIERRA
–Antes que termine esta comunicación, los compañeros presentes aquí en
la reunión piden que hagamos la consulta, y nos hablen en profundidad con
respecto a la Hermandad Blanca: ¿cuándo llegaron?, ¿quiénes eran?, ¿por qué
vinieron?, ¿quién los envió?
–La Hermandad Blanca se hizo presente en el planeta Ur llamado Tierra,
poco tiempo después de la destrucción de la Atlántida y de la llegada de los
ciento cuarenta y cuatro instructores planetarios; y debido también a las
dependencias que se crearon con los «AN» como eran llamados los
instructores procedentes del cielo, y por la confusión y posterior
aprovechamiento que hicieron de la situación los «Anunakis» los que fueron
derribados del cielo o los disidentes seguidores del príncipe Satanael que no fueron deportados, pero que se mantuvieron rondando por las cercanías de la
Tierra.
Los miembros de la Hermandad Blanca llegaron y aterrizaron en el
desierto del Gobi en la Mongolia, y desde allí establecieron una red de túneles
y galerías por todo el planeta, donde guardaron los archivos en ideogramas o
símbolos grabados en láminas metálicas de diversas aleaciones y en esferas de
cristal. Ellos eran treinta y dos guardianes planetarios, que vendrían a serlo
ahora de los archivos de la real historia planetaria y de la misión que posee la
humanidad en el concierto de los mundos. Eran treinta y dos seres de treinta y
dos planetas diferentes de la Confederación de Mundos de la Galaxia,
dependiente a su vez de la Gran Hermandad Blanca de la Estrella que se
encuentra en la Galaxia Central de Andrómeda. Eran treinta y dos los
enviados y no treinta y tres por cuanto la civilización número treinta y tres,
correspondiente a los oriones, no se le permitió participar debido a que en su
seno se gestó la gran crisis; y si bien no todos los oriones participaron en la
disidencia, se les excluyó de esa fase y ahora el número treinta y tres en lo
que corresponde a la Gran Hermandad Blanca de la Tierra guardiana de los
archivos planetarios, deberá ser ocupado simbólicamente por la humanidad de
la Tierra, cuando se haga merecedora de tal responsabilidad, sabiendo valorar
y utilizar dichos conocimientos en la comprensión de su misión y rol
protagónicos. Y es que el treinta y tres simboliza el equilibrio cósmico que ha
de ser alcanzado a partir de la unión de lo espiritual y lo mental, pero a través
de una actitud mental superior y positiva.
Como el primer grupo de la Hermandad Blanca eran extraterrestres, estos
se encargaron de preparar a algunos sobrevivientes de la Atlántida (mestizos
cósmicos), para reemplazarlos más adelante en su tarea de guardianes; y
luego estos a su vez, fueron preparando a algunos terrestres evolucionados,
maestros espirituales de diversas procedencias religiosas y místicas, para
ocupar ese lugar, lo cual ha venido ocurriendo en los últimos tres mil años
vuestros.
–¿Qué es lo que falta como para que la humanidad colectivamente cumpla
esa labor y se revelen los misterios del plan, o la historia verdadera?
–Cuando hayan caminado lo suficiente como individuos y como grupo,
conociéndose, aceptándose y venciéndose con voluntad de cambio, no solo
comprenderán el plan sino que ya estarán listos y dispuestos a arriesgarse a
realizarlo.
LOS INSTRUCTORES DEL NUEVO TIEMPO
–¿Por qué en las comunicaciones recibidas desde los inicios de la
experiencia de contacto, se hablaba de 144 miembros de los grupos nuestros, que en nombre de todos accederían a parte de los archivos? ¿Qué tienen que
ver estos 144 con los ciento cuarenta y cuatro instructores planetarios del
pasado? ¿Por qué la coincidencia numérica?
–Se necesita que en vuestro planeta se formen los «instructores del nuevo
tiempo o de una nueva humanidad»; y todo el trabajo nuestro está orientado
hacia la formación de semejante equipo de trabajo, integrado por miembros
terrestres de grupos de contacto en pleno trabajo de interiorización y conexión
con los demás y con el cosmos. Estos instructores surgidos del propio planeta
deben prepararse para guiar mentalmente y espiritualmente a la humanidad en
un futuro cercano, para lo cual se les permitirá poco a poco a través de viajes
y experiencias diversas, acceder a los archivos de la historia planetaria.
Como ven, no es mera coincidencia numérica.
Sigan trabajando con fuerza y convicción. No desmayen en el esfuerzo de
crecer en voluntad y en actitudes positivas. Con amor, Sampiac.
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