«El amor se perfecciona en el perdón, madura en la comprensión, vive en la tolerancia y se alimenta en la comprensión y la caridad. No hay amor sin misericordia, y todo ello nos lo está confirmando la esencia de esta humanidad terrestre» (Guía Sampiac).
El Plan Cósmico es un proyecto alternativo de la actual Creación Universal que busca que a través de una Nueva Humanidad (como la nuestra), se logre resolver el estancamiento evolutivo en el que ha caído dicha Creación. La llave para activar nuevamente este proceso progresivo está en nuestras manos, y es el Amor. Sí, es el ser artífices de trascendentales actos de amor espiritual.
Lo expresa así, el Guía Sampiac:
«Vuestro papel es un rol en el que se descubrirán portadores de la llave de un "umbral secreto" al que sólo ustedes pueden acceder primero, para que los demás (sus Hermanos del Cosmos), aprendiendo humildemente de su esfuerzo, puedan, a continuación, ubicarlo y atravesarlo también.
»Lo que ustedes deben desarrollar es una vivencia diferente del Amor. Porque, para las civilizaciones más avanzadas en esta última Creación, el Amor ha significado el Bien Común. Como una medida de convivencia y elevación, pero que rápidamente conoció sus limitaciones y produjo un estancamiento relativo en el ascenso evolutivo. Ahora, después de haberlos observado durante mucho de vuestro tiempo, estamos convencidos de que hay en ustedes la clave de todas las respuestas de lo que hemos aguardado; y que sí es posible, a través de vuestra participación, que podamos aprender todos nosotros alternativas nuevas de evolución; facetas diferentes en un replanteamiento general de todo cuanto hemos experimentado y de cómo lo hemos entendido y enfocado hasta ahora. Y esto es porque nadie lo sabe todo, ni lo ha experimentado todo, y menos aún en el Amor, en donde cada día se plantea una experiencia nueva y enriquecedora».
LOS TRAZOS DEL PLAN
El Plan Cósmico, en un principio, centró su atención en 8 planetas con una característica particular (planetas Clase Ur; la Tierra es uno de ellos), en los cuales se pudieran albergar civilizaciones que eventualmente fueran capaces de dar saltos evolutivos rápidos y sin iguales, transformándose sus habitantes con el pasar del tiempo, en maestros de sus propios maestros. El parámetro central para estas Humanidades era que los seres que conformaran dichas civilizaciones pudiesen —por su propio esfuerzo y sólo con una mínima guía de sus Hermanos Mayores— alcanzar, a través de la FE, a reconocer sus potencialidades y su lugar en el Cosmos, para que tomando la posta de Luz que le corresponde, asumiese su función de puente, uniendo Planos, Dimensiones y Universos; y de guía para todos aquellos que le esperan; y para los que no, los disidentes del Plan, por medio de un Amor Infinito desarrollado en su propia Esencia, se les tendiese una mano compasiva, mostrándoles el camino de la misericordia y el perdón.
Actualmente, sólo la Tierra, ha alcanzado a desarrollar los parámetros o requisitos al comienzo esbozados. En los otros 7, por diferentes motivos, ya sean atribuidos a la asechanza o al mal manejo de los Vigilantes del Proyecto, los pobladores y sus hogares han desaparecido o han generado una inadecuada dependencia. La Tierra y sus habitantes, sin querer queriendo, han terminado siendo protagonistas de esta gran «obra teatral cósmica», la cual encamina su escenario natural a un acto último aún no escrito, pero que deslumbra un final feliz, ya que existe una esperanza grande en que sus actores —que andaban a media función tomando expectativas particulares y posiciones partidistas—, puedan unirse y llevar a cabo el designio emanado en principio, por medio de la renuncia y el desprendimiento, de la colaboración y el respeto, del trabajo y la alegría, y del amor y el perdón.
«Alégrense porque en vuestro mundo se están dando las condiciones favorables para que el nivel vibracional se vaya acercando a la Cuarta Dimensión de Conciencia. Ustedes, con su esfuerzo personal y grupal, están haciendo posible que la ayuda se dé como estaba establecido en el Plan Cósmico —por una parte, de la Hermandad Blanca de la Estrella y por otro, de la Hermandad Blanca de la Tierra, que juntas, con los obreros de la obra representados por vosotros, Servidores de la Luz—, se está logrando concretar lo positivo que estaba escrito para que se cumpliera en los Tiempos del Cambio en este Planeta de Experimentación. Y, a la vez, se están escribiendo muchas nuevas cosas cargadas de esperanza, que harán que muy pronto vuestro mundo se sume a los planetas de la Confederación Galáctica, para formar parte de la ayuda a otros mundos» (Guía Anitac).
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